Perlas del mar Adriático

Comenzamos en Split, justo al lado del increíble palacio del emperador Diocleciano. Desde aquí, nos dirigimos hacia el sur y tomamos el ferry a Hvar, la isla de lavanda. El segundo día nos lleva a Dubrovnik, también conocida como la “Perla del Adriático”, una ciudad-república que alguna vez fue poderosa con un casco antiguo impresionante. A continuación, cruzamos la frontera hacia Montenegro, un pequeño país con un ambiente muy especial. En la bahía de Kotor, pasamos nuestro primer día de descanso. En Bosnia-Herzegovina, Oriente se vuelve tangible y la cultura europea se encuentra con la bizantina en el famoso Puente Viejo de Mostar.

De vuelta a Croacia, nos espera otro día de descanso, esta vez en Zadar. Las famosas cascadas de Krka están a la vuelta de la esquina y nos invitan a quedarnos un rato y pasear por ellas. Por supuesto, esta zona también es ideal para montar en bicicleta, ¡y esto es lo que haremos en nuestro último día!